Generador: Produce el calor que se utilizará después. Normalmente es una caldera, en la que se quema un combustible (gas, fuel, gasóleo, carbón, etc.) que transmite la energía calorífica de la combustión a un fluido (agua, vapor o aceites térmicos).
Distribuidores del calor: se realiza por un circuito cerrado formado por tuberías de acero, cobre y ahora las más utilizadas son las de polietileno reticulado, una especie de plástico que aguanta el calor. La tubería de ida conduce el agua caliente a los diferentes emisores (radiadores), y la de retorno lleva el agua enfriada de vuelta a la caldera para aprovechar el calor residual. Es un circuito cerrado.
Emisores: son los radiadores que pueden ser de fundición o de aluminio. Tienen conductos por los que circula el aire de la habitación calentándole. Suelen colocarse debajo de las ventanas para que el aire frió que entra en la habitación se caliente al pasar por las aletas.
Los siguientes 3 elementos vienen incorporados en la propia caldera:
valvula de seguridad: evitan sobrepresiones en el interior de la caldera, con el consiguiente riesgo de explosión.
Termostatos: en la caldera para mantener el agua de la caldera a una temperatura determinada. También se usan en las habitaciones para regular la temperatura del habitáculo a calentar.
Termómetro: todas las calderas disponen de uno para controlar la temperatura del agua, también tienen un medidor de la presión a la que se encuentra.